Oh, Calcutta!
Two weeks past my imaginary cutoff for my time spent in India and I'm still here. I've been staring at flights to Southeast Asia for days but for some reason, I can't gather the will to leave.
I decided to come to Kolkata for one thing and one thing only, to leave India! I didn't have much interest in actually spending any time here. Even after being told that I'd really like it, I was still skeptical. As far as I was concerned, it was just another busy city, which ironically enough, isn't my cup of tea. (Forgive me, New York!)
As my train approached the city of Kolkata, I saw a sudden increase in palm trees and an overall sense of nature, a gleam of hope. The first thing that I noticed as I stepped out of the train terminal were the cutest little taxis, which of course, reminded me of that very special place that I call home; New York City, my cup of 'cwoffee!'
Kolkata, also known as Calcutta, is the capital of West Bengal and former capital of British India. With its old-fashioned taxis and crumbling Victorian architecture, remnants of Colonialism echo loudly throughout the entire city. And, as if the beauty of the buildings weren't enough, it gets better.
One of my favorite things has been being able to not only observe but also absorb the street life here. Each sidewalk, each alley is like walking into a different home, except there are no walls, no roofs, no curtains. A display of daily life with every step, a reminder that no matter where you are in the world, we are all the same people, doing the same things, some of us with more ease and comfort than others but still, the same.
Oh Calcutta, you are absolutely fascinating; a city bursting with character and life! I want to capture your soul and share it with the world because you are just that beautiful.
I still don't know when I'm leaving India or where I'm off to next. I've decided to surrender, to stop looking at flights and counting the days, to not rush through life, always in a hurry. Sometimes it's just nice to sit, drink and savor that cup of tea that you didn't think you'd like because you never know, it might just be the best you've ever had.
Oh, Calcutta! -en Español
Dos semanas más allá de mi límite imaginario de mi tiempo dedicado en la India y todavía estoy aquí. He estado mirando a los vuelos hacia el sudeste de Asia por días, pero por alguna razón, no puedo reunir la voluntad para irme.
Decidí venir a Calcutta para una cosa y sólo una cosa, para salir de la India! Yo no tenía mucho interés en realidad pasar tiempo aquí. Incluso, después de que me dijeron que me gustaria mucho, yo todavía estaba escéptica. En lo que a mí respecta, era sólo otra ciudad ocupada, que irónicamente, no es mi taza de té. ( Perdóname, Nueva York!)
Mientras el tren se acercaba a la ciudad de Kolkata, vi un aumento repentino de las palmeras y una sensación general de la naturaleza, un rayo de esperanza. La primera cosa que me di cuenta de que yo salí de la terminal de trenes fueron los más lindos pequeños taxis, que por supuesto, me recordó a ese lugar tan especial que llamo mi hogar ; La ciudad de Nueva York, mi taza de cafe.
Kolkata, también conocida como Calcutta, es la capital de Bengala Occidental y la antigua capital de la India británica.
Con sus taxis a la antigua y la arquitectura victoriana en ruinas, los restos del colonialismo se hacen eco en voz alta a través de toda la ciudad. Y, como si la belleza de los edificios no fuera suficiente, se pone mejor .
Una de mis cosas favoritas ha sido el poder no sólo observar, sino también absorber la vida en la calle aquí. Cada acera, cada callejón es como entrar en una casa diferente, excepto que no hay paredes, ni techos, ni cortinas. Una muestra de la vida diaria con cada paso, un recordatorio de que no importa dónde estás en el mundo, todos somos la misma gente, haciendo las mismas cosas, algunos de nosotros con más facilidad y comodidad que otros, pero aún así, los mismos.
Oh Calcutta, eres absolutamente fascinante; una ciudad llena de carácter y de vida! Quiero capturar tu alma y compartirla con el mundo entero porque es asi de bella.
Yo todavía no sé cuando me voy de la India o a donde me voy a la siguiente. He decidido rendirme, dejar de mirar a los vuelos y de contar a los días, a no precipitarme a través de la vida, siempre con prisa. A veces es simplemente agradable sentarse, beber y saborear de esa taza de té que no pensabas que te gustaría porque nunca se sabe, tal vez sea el mejor que haz tomado.