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Hola Mohalla.

After another long journey, I finally made my way up north to visit some very dear friends. I didn't originally plan to be in Punjab so soon but that's part of the travel experience, knowing and accepting that things will not always go as planned.
Although, I didn't forget about Holi, I didn't realize that it was coming up so soon. I thought, well, maybe I can just celebrate with my friends. It will probably be a much more authentic experience anyway.
I was a bit disappointed when some local Punjabi guys told me that Holi isn't very big in Punjab but it wasn't enough to bring my spirits down. It's not my first time in India and it certainly isn't my last. I'll catch it some other time.
During a long motorcycle journey with my brother, Rajveer, I kept noticing these large tent sites that seemed to be preparing for an event. I asked him what they were for and he said "Holi. In a few days many, many people will come here to celebrate" Of course, I jumped at the opportunity to go and soon, we were back on his motorcycle, following the thousands of Sikhs that would be celebrating the festival of colors.

Holi is an ancient Hindu festival, which has become popular with non-hindus, not only in India but also many parts of world. The celebration starts with a bonfire the night before, followed by a fun filled day where people crowd the streets to sing, dance and most importantly, sprinkle loads of colorful dust all over each other. It celebrates the victory of good over evil and also marks the arrival of spring.


I was completely shocked by the amount of people that filled the streets. There were literally hundreds of thousands of folks. I was even more shocked by the amount silence and overall tranquility. Elderly, bearded men with massive turbans rode around in floats and horses, carrying swords and rifles; a very medieval feel with a splash of color.

For most of the world, the celebration is holi, for Sikhs, it's Hola Mahalla; a custom that originated in the 1700s, to show their martial skill in simulated battle. Hence, the military displays.


I didn't get the Holi that we all see in photos but that doesn't make it any less amazing. In fact, it makes it all the more special because not only was I able to experience Hola Mahalla, I got to share it with one of the most special people in all of India, for me; my brother Rajveer. I wouldn't trade that for anything.

 

Holi en Punjab

Después de otro largo viaje, por fin hice mi camino al norte para visitar a unos amigos muy queridos. No planeaba estar en el Punjab tan pronto, pero eso es parte de la experiencia de viaje, reconocer y aceptar que las cosas no siempre salen según lo planeado.
Aunque, no me olvide de Holi, no me di cuenta de que iba a venir tan pronto. Pensé, bueno, tal vez yo puedo celebrar con mis amigos. Probablemente será una experiencia mucho más auténtica de todas formas.
Yo estaba un poco decepcionada cuando algunos chicos locales Punjabi me dijeron que Holi no es muy grande en el Punjab, pero no fue suficiente para barjarme el ánimo. No es mi primera vez en la India y tampoco sera la última. Me pondré al día en otro momento.
Durante un viaje motocicleta largo con mi hermano, Rajveer, seguí notando estos grandes sitios en la calle, que parecían estar preparándose para un evento. Le pregunté para qué eran y me dijo " Holi. Dentro de pocos días mucha, mucha gente vendrá aquí para celebrar " Por supuesto, no dejé pasar la oportunidad de ir y pronto, estábamos de vuelta en su motocicleta, a raíz de los miles de los sijs que estarían celebrando el festival de colores.
Holi es una fiesta ancestral hindú, que se ha convertido en popular entre los que no son hindúes, no sólo en India sino también muchas partes del mundo. La celebración comienza con una fogata de la noche anterior, seguido de un día lleno de diversión donde la gente se aglomera en las calles para cantar, bailar y lo más importante, cargas pizca de polvo de colores uno encima del otro. Se celebra la victoria del bien sobre el mal y también marca la llegada de la primavera.
Yo estaba completamente sorprendida por la cantidad de personas que llenaban las calles. Había literalmente cientos de miles de personas. ¿Quién dijo que los sijs no celebran Holi?! Aún más me sorprendió la cantidad de silencio y tranquilidad total. Hombres barbudos ancianos con turbantes enormes montaron alrededor de carrozas y caballos, llevando espadas y rifles; una sensación muy medieval con un toque de color.
No recibí el lado del holi que todos vemos en las fotos, pero eso no lo hace menos sorprendente. De hecho, hace que sea aún más especial porque no sólo vi la otra cara de Holi, tambien pude compartirlo con una de las personas más especiales de toda la India, para mí, mi hermano Rajveer. Yo no lo cambiaría por nada del mundo

Jocelyn Ortiz