There is Always Hope at The Elephant Nature Park.

You thought I was done, huh? A trip to Southeast Asia would not be complete without visiting my very special, very grand friends in Northern Thailand. It has been three years since I first traveled to Chiang Mai where I had the pleasure of sharing with the most amazing creatures I've ever met and immediately fell in love with.

Elephant Nature park is a special little sanctuary for orphaned, injured and abused elephants who have been rescued from the tourist and trade industry in Thailand. It is currently home to 39 beautiful elephants, some of which have been blinded by their previous owners, have serious foot injuries due to land mines and even one with a broken back from years of strenous riding. After long years of hard labour and suffering these gentle giants can finally roam around peacefully without a single worry in the world. 

Being the big sap that I am, I was emotional even before I arrived at the park. Ever since my first visit, I developed an immense love and admiration for elephants. I only wish that everyone else in this world would too. I know many folks that come to Southeast Asia with the illusion of riding an elephant but very few are properly informed. The Asian elephant IS an endangered species.

With that said, if you have ever ridden an elephant or are considering doing so, please educate yourself about the terrible treatment that most of these gentle creatures receive. If you really want the elephant experience do proper research and opt for a reputable sanctuary. You may not be able to ride on one but you might be able to hug one. And, if you ask me, I think that's even more amazing.

I was pleased to return the Elephant Nature Park and see that my old friends were still just as happy, if not happier because the family has grown. There are little ones now and that can only mean one thing, there is always hope.

It has been a privelege to revisit these awesome, amazing and absolutely beautiful creatures. Until next time, my dear friends!

Siempre hay esperanza.

Pensaban que habia terminado, ¿eh? Un viaje al sudeste asiático no estaría completo sin visitar mis, muy grandes amigos muy especiales en el norte de Tailandia. Han pasado tres años desde que viaje a Chiang Mai donde tuve el placer de compartir con las criaturas más increíbles que he conocido y de inmediato me enamoré de.
El parque de elefante naturaleza es un pequeño santuario especial para elefantes huérfanos, heridos y maltratados que han sido rescatados de la industria del turismo y el comercio de Tailandia. Es actualmente el hogar de 39 hermosos elefantes, algunos de los cuales han sido cegados por sus anteriores propietarios, tiene lesiones graves en los pies debido a las minas terrestres, e incluso uno con la espalda rota por los años de montar agotador. Después de largos años de trabajo duro y el sufrimiento de estos gentiles gigantes por fin puede deambular tranquilamente sin una sola preocupación en el mundo.
Siendo la gran savia que soy, yo estaba emocional, aun antes de mi llegada en el parque. Desde mi primera visita, he desarrollado un inmenso amor y admiración por los elefantes. Ojalá que todos los demás en este mundo también lo haría. Conozco a muchas personas que vienen al sudeste asiático con la ilusión de montar un elefante, pero muy pocos están adecuadamente informados. El elefante asiático es una especie en peligro de extinción.
Con decir eso, si alguna vez has montado un elefante o está considerando hacerlo, por favor infórmese acerca de la terrible tratamiento que la mayoría de estas gentiles criaturas reciben. Si realmente deseas la experiencia de elefantes haz la investigación adecuada y trata de optar por un santuario de buena reputación. Tal vez no puedas montar en uno, pero quizas podrias abrazar a uno. Y, si me lo preguntas, creo que es aún más agradable.
Tuve el placer de volver el Elephant Nature Park y ver que mis viejos amigos todavía estaban tan felices, quizas hasta más feliz porque la familia ha crecido. Hay pequeños ahora y eso sólo puede significar una cosa; siempre hay esperanza.

Ha sido un privilegio volver a visitar estas criaturas impresionantes, sorprendentes y absolutamente hermosas. Hasta la próxima, mis queridos amigos!